Platicando con el Presidente Muncipal Germán García, durante el "Miércoles Ciudadano" de la semana pasada en la plaza principal de Tequila, me externó su molestia por lo que consideró "sarta de mentiras", refiriéndose a los comentarios que un servidor publicó en la edición del 21 de enero del periódico Buenas Noticias.
En esa publicación denuncié lo que en mi opinión es una grave anomalía, a saber, que un día antes de entregar la administración el Presidente Guillermo Cordero y un puñado de regidores firmaron un acta de reunión de cabildo inventada, en la que aprobaron el Reglamento de Adquisiciones.
El problema, según mi opinión, es que dicho reglamento le otorga poder exagerado al presidente al permitirle gastar de manera directa hasta 167,500 pesos. Esto lo puede hacer en cualquier momento y sin consultar a nadie, brincándose procesos que pudieran garantizar la utilización óptima de recursos. Cabe aclarar que antes el presidente sólo podía gastar 20,000 pesos de manera directa.
Lamento que el presidente no esté de acuerdo con mis comentarios, al igual que todos esos funcionarios que ahora lo defienden argumentando que Germán es una buena persona y que no hará uso del poder que le confiere dicho reglamento para afectar de manera negativa el erario público. En otras palabras, dicen que "le tienen confianza".
Suponiendo sin conceder que los Tequilenses le tenemos toda la confianza a Germán. Les recuerdo que el reglamento no es para Germán, sino para el presidente en turno. ¿Acaso hemos de confiar en el presidente municipal, cualquiera que sea?.
Este reglamento es peligroso, ilegítimo e ilegal.
Espero que nuestras autoridades lo entiendan, y si no, confio en que la ciudadanía asuma su responsabilidad ante esta masiva y casi tiránica transferencia de poder al Ejecutivo Municipal.
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